Por: Licda. Inés García de Toro
El
objetivo fundamental de los sistemas educativos en todos los
países del mundo es preparar a los hombres y mujeres del futuro para
desenvolverse en la sociedad en la cual le tocara vivir. Una sociedad que
estará caracterizada por cambios acelerados en lo económico, en lo tecnológico y en lo social, cuyo alcance resulta difícil
vislumbrar en el presente. Es por ello, que en la etapa de educación primaria
la finalidad educativa también debe abordar la autonomía de acción de la persona con el
medio; desarrollando sus capacidades motrices y de dominio espacio-temporal, la
observación de la realidad y un pensamiento reflexivo y crítico que favorezcan la elaboración de juicios
personales y de ideas creativas enmarcadas en un auto-concepto positivo, un equilibrio afectivo
y un desarrollo social rico en relaciones personales con iguales y adultos, que
le permitan integrarse activamente en su sociedad, en su cultura y en la
riqueza de la multiculturalidad.
De
esta manera, en el marco de los fines del estado venezolano, expresados en el
artículo 102 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela ( 1999
), en el cual se establece:
“La educación es un derecho
humano y un deber social fundamental, es democrática, gratuita y obligatoria.
El Estado la asumirá como función indeclinable y de máximo interés en todos sus
niveles y modalidades, y como instrumento del conocimiento científico,
humanístico y tecnológico al servicio de la sociedad. La educación es un
servicio público y está fundamentada en el respeto a todas las corrientes del
pensamiento, con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser
humano y el pleno ejercicio de su
personalidad en una sociedad democrática
basada en la valoración ética del trabajo y en la participación activa,
consciente y solidaria en los procesos de transformación social consustanciados
con los valores de la identidad nacional, y con una visión latinoamericana y
universal. El Estado, con la participación de las familias y la sociedad,
promoverá el proceso de educación ciudadana de acuerdo con
los principios contenidos de esta constitución y en la ley.”
Cabe destacarse que de acuerdo a
este artículo, se observa que los venezolanos y las venezolanas tienen el
derecho a la educación integral, la cual debe estar orientada al desarrollo de
todas las posibilidades de una persona, preparándola para el mundo de la
reflexión como para el trabajo.
Dentro
de este orden de ideas, esta constitución establece en el artículo 3 de la
misma, que la educación y el
trabajo son medios fundamentales para lograr una sociedad justa, libre, solidaria
y amante de la paz. La educación y el trabajo son interdependientes, además el
trabajo es un indudable fuente de aprendizaje. La educación y el trabajo deben
estar relacionados a lo largo de toda la vida, para que el proceso social de
trabajo sea espacio de liberación, creatividad y construcción de mejores
condiciones de vida para todos y todas. Por ello la escuela está llamada a
producir conocimientos en el marco de la relación estratégica entre educación para
la vida y trabajo productivo liberador.
Cabe
considerar por otra parte, que el Sistema Educativo Bolivariano asume a la
educación y el trabajo liberador como procesos fundamentales para el logro de
dichos fines integrándose
como un todo. Por consiguiente, la educación debe rescatar su esencia de facilitar
el conocimiento en su dimensión teórica y práctica, desarrollar el espíritu y
pensamiento crítico y competencia para el trabajo, en síntesis democratizarlo
desde su identidad local y hacer que los educandos logren ser competentes
utilizando las nuevas tecnologías aplicadas a la producción, y reconociendo las nuevas formas que adquiere organización del trabajo, para que todos los
miembros de la sociedad puedan acceder en cantidad y calidad a los bienes de la cultura, y vivir con dignidad
a partir de su trabajo .
En esta perspectiva ,es
importante resaltar que en la Ley
Orgánica de educación (2009) en su artículo 15 plantea que: “La educación, conforme a los principios
y valores de la Constitución de la República y de la presente Ley, tiene como
fines: 1-Desarrollar el potencial creativo de cada ser humano para el pleno
ejercicio de su personalidad y ciudadanía, en una sociedad democrática basada
en la valoración ética y social del trabajo liberador y en la participación
activa, consciente, patagónica, responsable y solidaria, comprometida con los
procesos de transformación social y consustanciada con los principios de
soberanía y auto-determinación de los pueblos, con los valores de la identidad
local, regional, nacional, con una visión indígena, afrodescendiente,
latinoamericana, caribeña y universal.
6.
Formar
en, por y para el trabajo social liberador, dentro de una perspectiva integral,
mediante políticas de desarrollo humanístico, científico y tecnológico,
vinculadas al desarrollo endógeno productivo y sustentable.
En este
sentido, los artículos anteriores reflejan los propósitos claros de la
educación venezolana en relación de la formación de individuos aptos para
convivir en una sociedad democrática y para la inclusión social, a través del trabajo que le permita mejorar su
calidad de vida.
Dentro de
este marco, es importante señalar que la Ley Orgánica para la protección de
niños, niñas y adolescentes (2007 ), también plantea en el artículo 58, el
vínculo entre la educación y el trabajo....”El sistema educativo nacional
estimulará la vinculación entre el estudio y el trabajo. Para ello, el Estado
promoverá la orientación vocacional de los adolescentes y propiciara la
incorporación de actividades de formación para el trabajo en la programación
educativa regular, de forma tal que armonicen la elección de la profesión u
oficio con el sistema de enseñanza y con las necesidades del desarrollo
económico y social del país.”
De
hecho, la valoración del trabajo no tiene solamente
una fundamentación legal. En el ámbito intelectual venezolano, múltiples
autores se han referido a este tema. Hace más de un siglo ya Simón Rodríguez
planteaba que era necesario enseñar a los hombres a trabajar para que no
tuvieran que prostituirse y aprendiesen a convivir en sociedad con sus
semejantes.
En
este sentido, el currículo nacional bolivariano plantea una educación basada en cuatro pilares
fundamentales: Aprender a crear, aprender a convivir y a participar; aprender a
valorar, aprender a reflexionar, con el objetivo primordial de que el
estudiante valore el trabajo como actividad que dignifica el hombre, defienda
el trabajo cooperativo para su crecimiento personal y social, vea con claridad la relación que existe entre
sus intereses y habilidades y las oportunidades ocupacionales que le ofrece el
contexto sociocultural.
Por último
es conveniente anotar que la educación y el trabajo comparten un mismo espacio
y se desenvuelven en historias donde se articulan en lo
sustancial.
En una se puede resaltar la construcción de la libertad y en el otro la
dignidad de la persona. Lo humano, de alguna forma, está siempre presente en la
sociedad pero se ilumina, cuando se puede expresar con ánimo liberador y allí
está la educación.
Es
responsabilidad de todos lograrlo, para nuestro bienestar y el de todos los
ciudadanos.
Para cerrar y estimularnos recordemos
una frase de Aristóteles,
que en este momento nos fortalezca: “EL COMIENZO ES MÁS QUE LA MITAD DEL TODO”.
BIBLIOGRAFÍA
Ministerio
de Educación, Subsistema de Educación Inicial Bolivariana: Currículo y
Orientaciones Metodológicas (Documento en Línea). Disponible:http://www.me.gob.ve/media/eventos/2008/dl_4819_101.pdf Consulta: [2015 Febrero 16]
UNESCO, Declaración
Mundial sobre Educación para Todos (Documento en Línea). Disponible: http://unesdoc.unesco.org/images/0012/001275/127583s.pdf Consulta: [2015 Febrero 16]
Ministerio
de Educación, Constitución Nacional de 1999 (Documento en
Línea). Disponible:http://www.me.gob.ve/media/contenidos/2006/d_269_8.pdf Consulta: [2015 Febrero 16]
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